Sincronías

¿Casualidad o Causalidad?

"Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo ocurre de acuerdo con la ley. Azar no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de causalidad, pero ninguno escapa a la ley."

Capítulo XII , El Kybalion.

Todo el mundo tiene a veces en la vida una serie de coincidencias que solemos definir como casualidades: un amigo al que no se ve hace tiempo te propone un excelente trabajo, se da la posibilidad de comprar la casa anhelada en condiciones muy favorables, te regalan sorpresivamente el libro que necesitas o prendes la radio justo cuando comienza tu canción favorita… Pero estas coincidencias no son casualidades, son sincronías que nos indican que por un momento nos hemos incorporado al “fluir de la vida”, que quiere decir que nos conectamos armónicamente con todo lo existente.

En occidente se vincula con la Fe, con la ayuda de Dios. En oriente se le llama Tao, la conexión con el Uno, con el Todo. Al formar parte de este fluir todo encaja en su sitio, los obstáculos desaparecen y las cosas resultan sin esfuerzo. En esos momentos se percibe un profundo sentido de la armonía y el orden, sabiendo que se está haciendo lo adecuado en el momento oportuno.Nada sucede porque sí, todo tiene una razón de ser… intenta ver tu vida como un sueño e interpreta las señales de la manera más constructiva, rescatando la esencia de la experiencia en cada situación…

Eres parte del Todo y el Todo te habla, al estar consciente de esta unión notarás que las sincronías nos rodean queriéndonos decir algo, y mientras más despiertos estemos, estaremos más conectados con el fluir de la vida.

Te invito a participar del blog dejando tu comentario, contando tus experiencias en este tema o haciendo consultas en las que te pueda orientar.

Jorge Benavides Alvarez.
07 60 86 86 38

El Desapego

En un puerto del mar de la China, había numerosos barcos a punto de embarcar, todos cargados hasta los topes de joyas, de sedas y de otras mercancías valiosas. Los mercaderes que los habían fletado se alegraban de llevarse todos estos tesoros a su país natal. Poco antes de su partida, se les anunció que se preparaba una tempestad en alta mar y que sus barcos, cargados en exceso, no podrían resistirla. Pero los mercaderes, haciendo caso omiso de esta advertencia, decidieron partir sin más tardanza. Sólo uno de ellos descargó su barco y se hizo a la mar vacío. Más tarde, cuando se desencadenó la tempestad con una violencia extrema, los barcos demasiado cargados se hundieron. Únicamente el barco vacío permaneció a flote y pudo recuperar a todos los náufragos.

Jodorowsky, en “La sabiduría de los cuentos”

El desapego, considerado la “Clave de la Felicidad”, es un punto clave en múltiples filosofías tanto orientales como occidentales. Es que no es nada fácil desapegarse de los deseos para disfrutar lo que se tiene sin aferrarse a ello, y claramente la idea no va por no anhelar nada más, sino por no volverse dependiente de aquellas “necesidades”.

El apego a lo que tenemos nos lleva a cerrarnos a otras posibilidades, a permanecer en circuitos cerrados de energía en vez de dejarla fluir para que nuevas cosas vengan.

El apego a lo que no tenemos genera ansiedades por que algo vuelva o venga pronto, y nos cegamos a lo que nos ofrece el presente, a la oportunidad que nos damos a nosotros mismos de realmente darnos cuenta de que TODO es PERFECTO, de que tenemos lo que tenemos en el momento exacto en que realmente lo queremos, y en el instante en que tengamos que perderlo lo perderemos. Aunque duela hay que vivir el duelo, y quizás nos demos cuenta de que vivir ese dolor es lo que queremos.

Fácil es decirlo y difícil hacerlo, pero intentemos vivir la vida en el momento, tratemos de descubrir en cada detalle de lo que vemos la perfecta y eterna sincronía en la que estamos inmersos, procuremos no dudar de que todo lo que vivimos lo vivimos por una lógica razón y que tenemos la constante oportunidad de aprender de ello para re-crear nuestra realidad..

En esos momentos en los que no entiendo por qué me pasan las cosas, por qué no tengo lo que creo merecer, o por qué he perdido lo que tanto quería, me pongo a pensar en el funcionamiento del cuerpo humano, en la constitución celular de las cosas, en la eternidad del universo, en las matemáticas, en un panal de abejas.. Si en lo que analicemos profundamente encontramos la perfección, incluso en el caos, entonces ¿cómo podemos dudar del perfecto devenir de nuestras vidas?


Jorge Benavides
07 60 86 86 38